lunes, 22 de mayo de 2017

EN LOS INFIERNOS




El domingo, 21/05/2017, estuvimos en los infiernos.
Un paraje tan bello como desconocido de la Sierra de Ávila, en la zona de contacto con las llanuras de La Moraña, perteneciente al municipio de Bravos, muy cerca de la localidad de Horcajuelo.
La excursión se organizó dentro de las actividades que se están realizando en las II Jornadas de Naturaleza y Medio Ambiente de Arévalo, que con el lema de “Tierra y Vida”, se desarrollarán a lo largo de 2017.

El paraje se ubica dentro de la ZEPA y ZEC Encinares de la Sierra de Ávila con unos valores destacados tanto botánicos, como zoológicos. Pero lo que hace especial a este bello rincón de la geografía abulense son sus formaciones geológicas, tanto por sus caprichosas formas como por sus variados colores que abarca desde el blanco hasta el negro pasando por toda la gama de rojos, amarillos, verdes, ocres, y donde la imaginación se desata buscando diferentes formas.

El Paisaje

Asoma la cabeza del ternero



Sobre las orejas del koala







Detalles y tótems


rocas sedimentarias y plutónicas mezcladas en un ordenado caos.







Gran cabeza pensante.




La sonrisa.
Gran nícalo
Perfil.

Recostado.


Buena gente en los Infiernos


a la puerta de los infiernos



Dos mastines de la finca se unieron voluntariamente al grupo.
Los fotógrafos anduvieron a sus anchas 

Hubo hasta quien tomó apuntes


La gente aparecía y desaparecía por arte de magia.
























Arte, literatura e imaginación en los infiernos:








Los últimos capítulos de mi novela “Por la senda de Tumut” transcurren en el paraje de “las rocas de la senda del cielo”, lo que ahora conocemos por Los Infiernos:

Durante la gran peste del río Güerón, unos pocos ucusus se refugiaron en la espesura de las montañas del oso para evitar su desaparición. En todo momento, eludieron el contacto con los hombres altos. Para pasar inadvertidos, cubrían su cuerpo con barro de diferentes colores que recogían de estas rocas donde ahora nos encontramos. Las llamamos las rocas de la senda del cielo porque, según las historias que cuentan nuestras abuelas, es precisamente de aquí de donde sale esta senda en los días lluviosos y soleados, tiñendo todas las rocas de los alrededores con sus preciosos colores.


Los gigantes.

En Horcajuelo, a veintiuno de mayo de 2017
Fotos y textos: Luis J. Martín