jueves, 30 de junio de 2016

UN PAJARERO POR ELCHE


Texto y Fotos Luis José Martín García-Sancho.

Día 1: Salinas de Santa Pola:
20 de junio de 2016. He madrugado poco, ya calienta.
Salgo de playa Lisa santapolera para tomar la nacional 332 en dirección a Torrevieja. Muy cerca, a mano derecha, está la torre del Tamarit donde la gaviota patiamarilla se ha convertido en su principal morador. Todos los años cría en este punto. Desde el área de descanso de la carretera se observan bastante bien las salinas de Santa Pola (mapa 1, punto 1). A un km hay otra zona donde se puede dejar el coche para observar las salinas desde unos montones de arena y rocas (mapa 1, punto 2) buena zona para ver flamencos, ardeidas, anátidas y limícolas. Un poco más adelante, hay otro buen punto de observación, la entrada a las salinas de  Bomnati, pero que, al encontrarse al otro lado de la carretera, mejor dejarlo para la vuelta (mapa 1, punto 3)
Mapa 1: salinas de Santa Pola

Enseguida tomamos la desviación hacia la localidad de La Marina, una pedanía de Elche y, nada más entrar, en la primera rotonda tomamos la salida de la playa del Pinet. Una playa natural resguardada por dunas litorales sobre las que se han plantado pinos carrascos y piñoneros y algunos eucaliptos. Antes de llegar a la playa, cuando la carretera toca las salinas, debemos dejar el coche en el estacionamiento y hacer el recorrido andando, hasta los tres observatorios. (mapa, 2)
Mapa 2: Salinas de Santa Pola: Observatorios del Pinet

Nada más llegar escucho los gritos de los charranes comunes que reclaman una pequeña parcela de tierra como lugar de anidamiento. Descubro a un macho que se ha subido a la espalda de su compañera con la sana intención de pasarla su semen a través de las cloacas. Pero algo pasa pues se mantienen en esa acrobática posición sin consumar, el macho de pie guardando el equilibrio sobre el dorso de la hembra. La verdad es que resulta gracioso ver y oír como reprenden a otros charranes que se posan cerca de ellos en esa posición propia de acróbatas circenses, incluso la hembra se gira y da algunos pasos portando a su amado y pesado compañero a la chepa. Tres minutos después, por fin, juntan sus cloacas y, tras un rápido aleteo del macho, dan por terminada la cópula.
Veo varios flamencos de varias edades, avocetas, cigüeñuelas, tarro blanco, chorlitejo patinegro, ruidosas gaviotas picofinas, charrancitos. Busco canasteras, vuelvepiedras, gaviotas reidoras y de audouin, pero este año no las encuentro.
He hecho muy buenas fotos pues los bichos se mostraban confiados, o al menos eso creo porque cuando regreso a casa en playa Lisa, descubro que la tarjeta de memoria no estaba en su sitio. Bueno no tengo fotos pero he visto costumbres interesantes de las aves. Al menos eso pienso para consolarme.
Vista de las salinas de Santa Pola a la altura de la Playa del Pinet.

- Día 2: Salinas de Santa Pola:
21 de junio de 2016: Antes de salir compruebo la cámara. Hoy he madrugado algo más y a las nueve ya estoy en los observatorios de la playa del Pinet.
Charranes comunes (Sterna hiundo) defendiendo su territorio de cría.

Nada más llegar me vuelven a recibir los gritos de los charranes. Espero tener la suerte de presenciar alguna cópula como ayer, pero no. Lo que sí compruebo son los preliminares. Un macho llega volando con varios pescados en el pico y se los ofrece a su hembra que le espera posada en una de las islas de las salinas, donde seguramente instalarán su nido. Les veo, incluso, cortando ramitas de una cirialea que tienen justo detrás de ellos, mientras avocetas, cigüeñuelas y otros charranes expulsan de forma extremadamente ruidosa a una garceta común que puede comerse sus huevos o sus polluelos. Cuando esta desaparece vuelve la calma relativa pues los gritos son casi continuos entre vecinos, no sé bien si como saludo o como reafirmación de la territorialidad de la minúscula parcela en la que han instalado el nido.
Charranes comunes: Pico rojo patas cortas rojas, capirote negro desde la nuca hasta el pico.

Más adelante, cerca del primer observatorio, compruebo la edad de algunos flamencos, entre los que hay inmaduros de colores apagados tirando a grisáceos, subadultos que ya les empieza a despuntar el rosa clarito del cuerpo y el fucsia fuego de las alas y adultos con la cara, las patas y el pico ya de color rosa.
Adulto de flamenco (Phoenicopteurs ruber) Patas rosas, pico rosa, rémiges de las alas visibles en fucsia y negro. 
Subadulto, cabeza y pico aún no son rosas 
inmaduro, patas pico y cabeza grisáceos.

Muy cerca de ellos hay un tarro blanco macho, por la protuberancia de la base del pico, que está perdiendo su plumaje reproductor para pasar al de eclipse.
Tarro blanco (Tadorna tadorna) macho comenzando a perder  el colorido del plumaje de celo.

También una familia de confiadas cigüeñuelas se dejan observar desde corta distancia.
Adulto de cigüeñuela (Himantopus himantopus)
Pollo de cigüeñuela

Llego al segundo observatorio, el más interesante. Hay un gran barullo porque una gaviota picofina adulta es acosada pos tres de sus pollos que, a gritos, solicitan su comida. La gaviota se posa en el territorio donde unos charranes, avocetas y charrancitos han elegido para criar, por lo que el vocerío aumenta y se producen vuelos picados donde uno de los charrancitos llega a golpear la espalda de la presunta intrusa y potencial comedora de huevos.
Tres charrananes comunes y una gaviota picofina (Larus genei)
Avoceta en actitud de descanso.

Los charrancitos también parecen en celo y defienden los límites imaginarios de su territorio de otros charrancitos intrusos. Para ello levantan el vuelo y se ciernen como helicópteros sobre un punto fijo, van ganado altura y, de pronto, realizan un rápido picado que acaba sobre las espaldas del intruso. También veo como algún macho lleva pescados en el pico a su pareja que le aguarda reposadamente.
Charrancito (Sternula albifronts) Pico amarillo de punta negra capirote negro pero con la frente blanca.

Mientras observo las idas y venidas de charranes y charrancitos, otro pequeño actor entra en escena a paso rápido y nervioso, se trata del chorlitejo patinegro, una pequeña limícola que corretea entre los territorios de avocetas, charranes, gaviotas y charrancitos sin generar desconfianza, ni ataques, ni vocerío.
Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) en primer plano y un charrán común al fondo.

Chorlitejo patinegro alimentándose

Satisfecho regreso al aparcamiento entre la franja de dunas móviles de finísima arena que separa a las salinas de la playa del Pinet.
Dunas litorales del la playa del Pinet
Cuando llego al aparcamiento me acuerdo que ayer había una hembra de avoceta echada muy cerca de la alambrada.
Aparcamiento de la zona de observatorios

Miro con cuidado y consigo las mejores fotos que tengo de avoceta.
Hembra adulta de Avoceta (Recurvirostra avosetta)

Detalle del pico de la hembra de avoceta, el macho lo tiene aún más curvado

Una mañana productiva y, esta vez, con fotos. Jajajaaa.

Día tres: Embalse del Hondo.
22 de junio de 2016. Son las diez y cuarto. Hoy me ha vuelto a ganar la pereza y no he madrugado lo suficiente. El sol ya calienta de lo lindo cuando llego al parque natural del Hondo. Una zona húmeda artificial creada para embalsar aguas que se bombean desde la desembocadura del río Segura en la localidad de Guardamar de Segura, situado a unos 15 km de allí. A estas aguas, algo salobres, se añaden las procedentes del bombeo desde el acuífero y, también, un pequeño volumen del río Vinalopó que parte la ciudad de Elche en dos. Este importante humedal forma varias láminas de agua unidas o separadas por varios canales que son utilizados para regar los cultivos circundantes.
Zona del centro de recepción del embalse del Hondo

En las lagunas próximas al centro de recepción observo una de las joyas del parque. La cerceta pardilla, con su característico antifaz y su dorso moteado. Una especie en peligro de extinción que tiene en los humedales del sureste español uno de sus principales santuarios.
Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) junto a una cigüeñuela. Es característico su antifaz negro y su dorso moteado.

Busco alguna más pero no las veo, sí distingo entre la vegetación la silueta de otro raro habitante, el calamón común. 
Típica silueta del  calamón común (Porphyrio porphyrio)
 Focha común (Fulica atra), abajo alimentando a uno de sus pollos
Algo más lejos una focha común alimenta a sus pollos y las cigüeñuelas que incuban bajo una mimbrera tratan expulsar a una garceta común que intenta pescar por las inmediaciones y lo único que consigue capturar es una rama, que no rana. Finalmente se cansa y se posa en una de las barandillas de madera de las pasarelas del observatorio y se mira los pies como queriéndome decir que lleva unos calcetines amarillos preciosos.
Cigüeñuela incubando en su nido construido sobre el agua
 Garceta común (Egretta garcetta) captunado una rama, que no rana.
Garceta común enseñándome sus pies amarillos.

Me acerco a otras dos lagunas que recuerdo que, años atrás, tenían gran cantidad de especies, pero una de ellas está seca, sólo veo una polla de agua corriendo como si la seca y agrietada arena expuesta al sol quemara sus delicados y largos dedos.
Una de las charcas del Hondo seca

Polla de agua (Gallinula chloropus) Pariente de las fochas y de los calamones. 
En la otra descubro a varias parejas de cercetas pardillas y algunos pollos. También zampullines cuellinegros activos y nerviosos que no paran de bucear,
Pareja de cercetas pardillas en el Hondo
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis)
algún conejo que se acerca al borde de la laguna, una desconfiada garcilla cangrejera que se oculta entre la vegetación y un calamón común que con sus descomunales dedos intenta agarrar algún brote tierno de carrizo. Un pollo del año le sigue e intenta imitarle sin aparente éxito, por lo que se acerca a ver a los conejos. 
a la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) es fácil observarla en el Hondo
Conejo (Oryctolagus cuniculus) y calamón (Porphyrio porphyrio)
Detalle del pico, escudo frontal y descomunales dedos del calamón con los que arranca el carrizo tierno.
Abajo pollo de calamón, arriba, adulto
Este año echo en falta a la focha cornuda y anátidas como pato colorado o porrón común.

Día 4: Embalse del Hondo:
23 de junio de 2016. Hoy he vuelto a madrugar, así que a las nueve ya estoy en el Hondo. Voy a visitar la parte sur del parque natural que se conoce como zona de reserva o charca sur. Se puede acceder tanto desde la carretera comarcal 861, que va a la localidad de Dolores, como desde la 855 que une san Fulgencio con Elche.
Mapa 4: situación de los cuatro observatorios ubicados en la zona de reserva.
Grupo de flamencos en la charca sur del embalse del Hondo

Antes de llegar veo gran trasiego de garcillas y moritos entre los cultivos y el humedal. La ruta se compone de cuatro observatorios que se introducen unos metros en las charcas a través de unas pasarelas abiertas entre el carrizo. (Mapa 4)
detalle de la pasarela que lleva a uno de los observatorios

Nada más llegar me recibe una de las joyas del humedal, la malvasía cabeciblanca, los machos se presentan algo más confiados que las hembras aunque ambos expresan alerta inicial con la cola erecta, aunque luego se relajan. En esta parte de la reserva es algo más fácil observar a esta curiosa ave catalogada en peligro de extinción. A parte de la cola erecta, llama la atención el color azul del pico del macho.
Machos de malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) con su característico pico azul y cola erecta en señal de alerta

 Hembras de malvasía cabeciblanca que también suelen levantar la cola para expresar alerta

Postura característica de la malvasía nadando

También se deja ver el somormujo lavanco aunque no logro ver pollos. Y dos primos suyos, el zampullín cuellinegro y el zampullín chico, aunque a este último no consigo fotografiarlo.
Somormujo lavanco (Podiceps cristatus) ave buceadora presente en humedales con cierta profundidad

Los zampullines pertenecen a la misma familia que los somormujos, son especies buceadoras que tienen las patas muy retrasadas para facilitar el buceo, por eso son algo torpes en tierra pero hábiles volando, nadando y buceando, por lo que se pueden considerar auténticos todo terreno. El zampullín cuellinegro aún conserva sus graciosos penachos amarillos de la época reproductora a modo de grandes pestañas, ciertamente no necesitan rímel.
Zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) con sus característicos ojos rojos bordeados de llamativos penachos de plumas amarillas

Es el mundo de las ardeidas. Creo oír al avetoro, veo fugazmente al avetorillo, una garza real huye al acercarme al cuarto observatorio y una imperial me observa a mí, recelosa, desde los carrizos. La garceta común vadea las orillas en busca de peces. Levanto un par de veces a varios martinetes que se mueven por uno de los canales y a una garcilla cangrejera que finalmente se para en lo alto de un taray y posa para mi cámara, mientras varias bueyeras pasan sobre mi cabeza. Solo echo en falta a la garceta grande.
Garceta común
Garcillas bueyeras (Bubulcus ibis)
Garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) en un taray 

Todo ello acompañado por el reclamo constante y hasta cansino de los carriceros tordales y comunes. Muchos de ellos se dejan ver entre el carrizo pero fotografiarlos es misión imposible. También fue imposible fotografiar los vuelos del fumarel cariblanco (Chlidonias hubridus).
Aspecto característico de la zona sur de la reserva.

Los flamencos también campan a sus anchas en este rincón del Hondo dando un toque de color pastel entre la sierra y el mar. Y un grupo de tarros blancos se sitúan confiados en el centro de la charca mostrándome las distintas fases de coloración de su plumaje, del celo al eclipse.
 Flamencos adultos (Phoenicopterus ruber) en el Hondo

Tarros blancos (Tadorna tadorna) en diferentes fases de coloración 

El vaivén de moritos, garcillas bueyeras y cangrejeras entre los cultivos encharcados y las charcas es constante, si bien se muestran algo más confiados mientras se alimentan en bandada en las parcelas de regadío o, incluso en los campos de granados.
Morito (Plegadis falcinellus) en una parcela del Hondo

 Tres garcillas bueyeras, más blancas y una cangrejera más ocre.
 Moritos alimentándose en un campo de granados y en una alfalfa

Una mañana muy completa de las que gusta recordar.
Pasarela de acceso a uno de los observatorios de la reserva 
 Flamenco adulto alimentándose.
 Aspecto de uno de los canales de la reserva
 Flamencos y cigüeñuela



Día 5: Clot de Galvany
25 de junio de 2016. Nos hemos enterado de que en el cabo de Santa Pola hay una playa canina, la caleta dels Gossets (Caleta de los perritos), justo debajo del faro. Mi hija María quiere llevar a su perra Noah. Es una gozada que se pueda disfrutar de la naturaleza, del mar, de la playa con un perro, siempre, claro está, que esté permanentemente controlado por el o los propietarios. Como soy alérgico al sol acompaño a Ana, María y Noah hasta la playa y me voy al cercano Clot de Galvany, un interesante humedal, algo más pequeño que los dos anteriores, que se encuentra en una hoya entre las macrourbanizaciones de Arenales del Sol, que pertenece a Elche, y Gran Alacant, de Santa Pola. (Mapa 5)
Mapa 5: situación del Clot de Galvany
Aspecto general del Clot y de la laguna adecuada para la observación de aves

Vuelvo a ver garceta común y avetorillo, pero nada esta pequeña garza no se quiso poner a tiro de cámara. También veo pollos de malvasía cabeciblanca, alguna cerceta pardilla, hembras de pato colorado, alguna focha, polla de agua y al esquivo zampullín chico.
Cerceta pardilla Marmaronetta angustirostris
Hembras de porrón común (Aythya ferina)

Hembras de pato colorado (Netta rufina)
Zapmullín chico (Tachybaptus ruficollis)
Es un curioso espacio natural situado en una zona muy turística y degradada del litoral alicantino, entre añosos algarrobos y exuberantes lentiscos que mantiene poblaciones de aves muy escasas a nivel mundial y en peligro de extinción.

Detalle de las ojas del lentisco (Pistacia lentiscus)
Aspecto de un viejo algarrobo (Ceratonia siliqua) y detalle de sus legumbres 

Estos tres espacios del sudeste español tienen una enorme importancia para la conservación de especies amenazadas y aseguran una gran biodiversidad, unida íntimamente al agua. Recurso escaso por estos lares.

Entre Arévalo, Elche y Santa Pola, a 29 de junio de 2016.

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