miércoles, 30 de marzo de 2016

MUDÉJAR CIVIL AREVALENSE


Cornisa de las ruinas del palacio de Sedeño

Texto y fotos: Luis José Martín García-Sancho

- A modo de introducción:
En Castilla, el término mudéjar define a los musulmanes a los que se les permitió vivir en sus lugares de origen tras la reconquista, en un principio, respetando su cultura, su idioma y su religión.
El Arte Mudéjar como tal, surge durante la edad media. Así lo define Jorge Díaz de la Torre en su libro Un reino de ladrillo y adobe: "Las pequeñas aldeas no disponían de excesiva holgura económica por lo que se buscaron materiales y técnicas constructivas en las inmediaciones con el fin de abaratar costes. Surgen entonces unos modelos arquitectónicos basados en la utilización del ladrillo, la madera, los cantos y la argamasa. Y serán los moros venidos del sur los más adecuados para edificar los templos y palacios cristianos, ya que en su cultura estos modelos eran habituales. En el desempeño de su trabajo, los alarifes o albañiles imitaron elementos que habían visto en sus lugares de origen pero, los aplicaron de una forma tan singular, que los resultados son únicos. Surge así un Arte Mudéjar en La Moraña y Tierra de Arévalo que cuenta con características singulares pero que, en general, coincide con otras zonas donde se dieron condiciones semejantes a las llanuras abulenses".
Chueca Goitia define al arte mudéjar como una expresión artística que surge de forma natural de la permanencia de musulmanes en tierras pobladas mayoritariamente por cristianos. Se trata de un acontecimiento histórico único y sus consecuencias habían de ser necesariamente originales. En cambio José Luis Gutiérrez Robledo afirma que la población mudéjar y el estilo no tienen relación directa y obligada. Y Menéndez Pelayo afirma que el mudéjar constituye el único estilo artístico del que España puede presumir como propio.
En este aspecto son muy clarificadoras las palabras del historiador abulense Serafín de Tapia: "Siendo rigurosos hay que admitir que nunca hubo una sociedad mudéjar en La Moraña. Sólo hubo algunos mudéjares -siempre pocos- que vivían como una minoría tolerada en una sociedad cristiana (...) Su saber hacer -sobre todo en materia constructiva- se adaptó tan bien a este entorno geográfico que muchos artesanos cristianos aprendieron a trabajar como ellos, hasta el punto de convertir el estilo de los mudéjares en el más español de los modos de hacer arquitectura".

foto 2: Bello y sencillo alfiz en una casa en ruinas de la calle entrecastillos.

Fuera como fuese, como es sabido, finalmente los mudéjares fueron expulsados pero dejaron su influencia en la técnica arquitectónica que es patente en albañiles cristianos. Se puede decir que los alarifes musulmanes dejaron su impronta constructiva en La Moraña y Tierra de Arévalo y otras muchas comarcas de tal manera que su original forma de construir se continuó utilizando siglos después de su desaparición de la península.
En resumen, el arte mudéjar es una forma de construir que utiliza materiales humildes como  arcilla, piedra rajuela, cal, arena y madera y los convierte en algo bello, consiguiendo formas sutiles y elegantes. Alcanzando volúmenes que llegan a ser grandiosos y espectaculares. Es decir, la sencillez convertida en arte. Un arte que ya forma parte de nuestro patrimonio y que debemos sentir como propio y conservar como un signo identificador de nuestra cultura. 


- Principales elementos del mudéjar civil arevalense:


Localización de Arévalo

Es de sobra conocida la riqueza que tienen Arévalo y su comarca en monumentos representativos del Arte Mudéjar. En el presente trabajo se van a mostrar diferentes formas y técnicas características del arte mudéjar pero únicamente reflejadas en monumentos y construcciones civiles de Arévalo, tales como puentes, murallas, palacios y, de manera especial, las grandes olvidadas: casas humildes que aún se conservan en el casco histórico y que fueron construidas con esta original técnica aprendida de nuestros antepasados, alarifes y albañiles que siglos atrás habitaron en las calles de Arévalo, ciudad de tres culturas y cinco linajes.

1.- GLOSARIO DE TÉRMINOS:


- Ajimez: Ventana formada por dos arcos gemelos que apoyan en una columna central.
Foto 3: Ajimez del castillo 

- Albanega: Espacio que queda enmarcado entre el alfiz y la puerta o ventana que rodea (ver foto 4).
- Alfiz: Adorno consistente en un recuadro formado por dos molduras verticales y una horizontal que enmarcan a otro elemento constructivo, generalmente un arco.
Foto 4: Alfiz en una casa en ruinas de la calle San Ignacio de Loyola.

- Arco: Elemento constructivo, generalmente curvo, que cierra un vano y descarga los empujes del muro desviándolos lateralmente.
- Arco de medio punto: Arco cuya curva es media circunferencia.
Foto 5: Arco de medio punto en la casa de Nicasio Hernández Luquero en la plaza de la Villa  

- Arco rebajado: Arco cuya curva es menor de media circunferencia.
Foto 6: Arco rebajado en una casa de la plaza de la Villa

- Arco de Herradura: Arco cuya curva es mayor de media circunferencia.
Foto 7: Arco de herradura en una casa en ruinas de la calle San Ignacio de Loyola

- Arco carpanel: Arco con, al menos, tres porciones de circunferencias tangentes entre sí y con tres centros distintos.
Foto 8: Arco carpanel en una casa de la plaza de la Villa

- Arco ojival o apuntado: Arco con dos centros de una misma línea de arranque.
Foto 9: Séptimo arco en las ruinas del puente de Valladolid o del cementerio.

- Arco adintelado: Arco cuya parte inferior siempre es una línea recta.
Foto 10: arco adintelado de una casa de la plaza de la Villa.

- Arco de descarga: Arco ciego que sirve para desviar hacia los lados las tensiones en un muro de carga.
Foto 11. Combinación de arco adintelado y descarga en el palacio de Osorio
(La casa de la francesa)

- Arco ciego: Arco que tiene tapada la luz.
Foto 12: Quinto arco del puente de Medina.

- Arco abocinado: Arco en forma de bocina: de más a menos luz en lados opuestos del muro.
Foto 13: Arco de medio punto abocinado y enmarcado en alfiz en el palacio de Osorio

- Arco lobulado o festoneado: Arco compuesto de lóbulos con una función más decorativa que funcional.
Foto 14: Arco festoneado en una casa de la calle de Santa María

- Argamasa: mortero de cal, arena y agua.
- Arquillo: Generalmente, remate superior de una cornisa formado por una teja arqueada o ladrillos formando un pequeño arco.
Foto 15: Cornisa de canes y arquillos en el palacio del General Río en la plaza de San Pedro

- Arquivolta: conjunto de arcos concéntricos. (Ver también foto 21)
Foto 16: Arquivolta triple en las ruinas del puente de Valladolid o del cementerio

- Cajón: cada uno de los espacios en los que queda dividida una pared por los machones y verdugadas de material más fuerte.
Foto 17: Cajones de mampostería entre machones y verdugadas de ladrillo en la Alhóndiga.

- Cajón de mampostería: cajón enmarcado por machones y verdugadas de ladrillo formado por piedras sin labrar y, generalmente, unidas con argamasa. (Foto 17).
- Cajón revocado de mortero blanco: cajón entre verdugadas y machones que se revoca con argamasa de cal y arena.
Foto 18: Cajones revocados de mortero blanco enmarcados entre verdugadas y machones de ladrillo en el palacio de Ososrio

- Cajón de adobe: cajón entre verdugadas y machones de ladrillo relleno con adobes. (ver foto 27).
- Cajón de tapial: cajón entre machones y verdugadas de ladrillo relleno con tierra amasada y compactada. (ver foto 28).
- Can o ménsula: conjunto de diversas molduras voladizas que sirven para sostener un elemento superior como cornisa o alero.
Foto 19: sucesión de canecillos, arquillos y esquinillas en las ruinas del palacio de Sedeño

- Canecillo o mensulilla: can o ménsula de pequeñas dimensiones. Modillón.
- Espiga: ladrillos colocados en zigzag, en forma de espiga.
Foto 20: ladrillos colocados en espiga en la pared interior de una casa de la plaza de la Villa

- Esquinilla: ladrillos colocados con uno de los vértices hacia el exterior.
Foto 21: sucesión de frisos de esquinilla y sardinel en el alfiz del Alcocer

- Friso: faja de ladrillos con una finalidad decorativa. (Ver foto 21)
- Machón: Pilar de ladrillo.(Ver fotos 17 y 18 y 23)
- Mampostería: Aparejo de un muro realizado con piedra rajuela unida con argamasa. (Ver foto: 17 y 23)
- Ménsula o can: conjunto de diversas molduras voladizas y sirven para sostener un elemento superior como cornisa o alero. (ver foto 15 y 19)
- Mensulilla o canecillo: can o ménsula de pequeñas dimensiones. Modillón. (Ver foto 15 y 19)
- Nacela: ladrillo con una de las esquinas redondeada.
Foto 22: Nacela del horno mudéjar de Arévalo

- Ojo: Abertura que atraviesa de parte a parte cualquier construcción. Como por ejemplo, los ojos de un puente.
- Rajuela: Piedra delgada y sin labrar que se utiliza en la construcción, especialmente en los cajones de mampostería. (Ver foto 17 y 23)
- Sardinel: ladrillos colocados de canto y unidos por sus caras. (Ver foto 21)
- Verdugada: Hilera horizontal de ladrillos.
Foto 23: Sucesión de verdugadas y cajones de mampostería en el puente de los Barros

2.- FACHADAS:
Veremos la técnica característica de construir los muros en edificios mudéjares, común en casas, palacios, murallas y puentes: Entre los pilares de ladrillo mudéjar, que se conocen con el nombre de machón, se colocan paños de piedra rajuela, que se conocen con el nombre de cajón, separados por hileras horizontales de ladrillo que se denomina verdugada. (Foto 17, 18 , 23 y 24)
Foto 24: fachada característica de una casa de la plaza de la villa
En la foto 24 se distinguen los cajones revocados de mortero blanco (1) de tamaños diferentes y enmarcados entre machones (2) y verdugadas (3) de ladrillo mudéjar. También un arco rebajado en la puerta (4) y arcos adintelados (5) en todas las ventanas.
Foto 25: Casas características de la plaza de la Villa
En la foto 25 se aprecian dos tipos constructivos distintos, el ya descrito de cajones revocados de mortero, en primer plano, y en el plano del fondo los cajones de mampostería son sustituidos por cajones de ladrillo mudéjar y los machones y verdugadas por entramados de madera. Estos dos métodos de construir fachadas también se aprecian en la foto 26
Foto 26: casas de la plaza de la Villa
(Ver también fotos 17, 18 y 23)
Los cajones también pueden ser también de adobe. 
Foto 27: Cajones de adobe separados por verdugadas de ladrillo mudéjar
 en el muro posterior de una casa de la calle principal de la Morería.

En alguna ocasión los cajones son de tapial, es decir de tierra compactada.
Foto 28: Cajón de tapial en el antiguo colegio del corralón

El sistema de verdugadas, machones y cajones se repite en todo tipo de construcciones:

Foto 29: Muralla del Rincón del diablo

Foto 30: Casa en la calle Canales
En las fotos 29 y 30 los cajones son de mampostería separados por machones y verdugadas de ladrillo.
Los cajones más habituales en las casas de construcción mudéjar son los revocados en mortero blanco y los de mampostería de piedra rajuela vista.

3.- Arcos:
Para la construcción de edificios se utiliza el arco de muy diversas formas, tanto para ventanas que den luz a las estancias, como en puertas de entrada, puentes o murallas. En varias ocasiones pueden estar adornados por un alfiz que los enmarca y rematados por frisos de diferentes formas: en nacela, esquinilla, sardinel o espiga consiguiendo efectos de una sobria belleza por su sencillez  y elegancia. A continuación vamos a ver algunos ejemplos de arcos utilizados en construcciones civiles arevalenses.
3A- Puertas y ventanas
- Ajimez:
Foto 31 Ajimez del castillo
Esta ventana ajimezada de la torre del homenaje del castillo es una de las más bellas de la ciudad. Presenta dos arcos gemelos de medio punto en granito apoyados en una colunma central también de piedra. En la parte superior de esta ventana hay un poderoso arco adintelado de ladrillo.


Foto 32: Ajimez en la torre del palacio de Sedeño.
Este bello y sencillo ajimez presenta dos arcos gemelos de herradura en ladrillo, ahora apoyados en su parte central en un trozo de madera. Los dos arcos se encuentran enmarcados en un alfiz con el friso superior en sardinel. Actualmente el palacio de Sedeño, situado en la calle de Santa María, es uno de los exponentes principales del mudéjar civil arevalense y se encuentra en un lamentable y doloroso estado de ruina.

Foto 33: restos de ajimez en la calle San Ignacio de Loyola
Los restos de este ajimez se encuentran en una casa es ruinas de la calle San Ignacio de Loyola. Presenta un doble arco de ladrillo que ha perdido su apoyo en la parte central. En algún momento fue parcialmente destruido y tapiado con adobe. Este sencillo y bello ajimez está enmarcado en un alfiz cuyo friso superior es un arco rebajado.

- Arco de medio punto:
Arco formado por media circunferencia. Es bastante utilizado en las construcciones mudéjares civiles arevalenses (Ver foto 5). Veamos algunos ejemplos:


Foto 34: Arcos de la puerta del Alcocer
En la foto 34 se ven los que seguramente sean los dos arcos de medio punto de ladrillo más grandes de Arévalo, Se encuentran en la fachada norte del alcocer, antigua puerta de la muralla y la única que queda en pie. Curiosamente la mitad sur de este monumento presenta tres grandes arcos ojivales. Esta sucesión de arcos es una de las imágenes más bellas de la ciudad.

Fotos 35 y 36: Puerta con arco de medio punto enmarcado en alfiz en la calle de la Alhóndiga

En las fotos 35 y 36 se puede apreciar un arco de granito de medio punto que da paso a una antigua panera. El arco se encuentra enmarcaso en un original alfiz de ladrillo en nacela.

Fotos 37 y 38: Arco de medio punto en una casa de la plaza de la Villa.

En las fotos 37 y 38 se observa un arco de medio punto en ladrillo muséjar. Se encuentra enmarcado en un curioso alfiz en zigzag. Por su sencillez y originalidad, uno de los más bellos de la ciudad. Resulta también llamativo como algunas verdugadas de ladrillo son sustituidas por piedras de granito.
Restos de un arco de características y adornos similares al anterior. Se puede ver en una casa en ruinas situada en la calle Entrecastillos cerca del mirador. (Foto 39)
Foto 39: restos de arco de medio punto y alfiz tipo espiga

Foto 40: Doble arco de medio punto en el palacio de Valdeláguila.

Estos dos imponentes arcos gemelos de medio punto, se encuentran en la fachada posterior del palacio de Valdeláguila, hasta hace muy poco en uso como hostal del Comercio, popularmente conocido como la Fonda. Hoy se encuentra en un lamentable estado de abandono y amenaza ruina.

Fotos 41 y 42 fachada de una ruina en la calle de la Alhóndiga.

En las fotos 41 y 42 se ve un arco de medio punto en piedra caliza, actualmente cegado, en una original fachada esquinada en las ruinas de una antigua casa que da a las calles de la Alhóndiga y del Obispo. Lo más curioso de este conjunto mudéjar es la forma inusual del alfiz de ladrillos en nacela que enmarca tanto el arco como una antigua hornacina que se encuentra por encima con un friso de esquinilla (foto 43).
Foto 43: alfiz en nacela en una fachada esquinada de la calle de la Alhóndiga

Como ejemplo de arco de medio punto ver también foto 5.

- Arco rebajado:
 Arco inferior a media circunferencia. Es muy utilizado tanto para puertas como para ventanas en palacios y casas de factura mudéjar.
Foto 44: fachada de una casa de la calle Santa María
En la imagen 44 se ven dos arcos rebajados en puerta y ventana. La disposición de la fachada presenta zócalo de piedra rajuela, machones y verdugadas de ladrillo y cajones revocados de mortero blanco. Sobria y elegante, característica del mudéjar civil arevalense.

Foto 45: Arco rebajado en una casa de la plaza de la Villa
En la imagen 45 se ve un característico arco de ladrillo rebajado que seguramente dio luz a una puerta de mayores dimensiones a la actual.

Foto 46: Arco rebajado en la puerta de entrada de una casa de la plaza de la Villa
En la imagen 46 se ve una bella y sencilla portada que consta de un arco rebajado de ladrillo mudéjar enmarcado en un alfiz con el friso superior en sardinel (ver foto 47) .
Foto 47: dos puertas de la plaza de la Villa con arcos diferentes.

Foto 48: fachada trasera del palacio de Osorio en Calle Marolo Perotas
En la imagen 48 se observa la fachada posterior del palacio de Osorio, conocido como la casa de la Francesa, abierta ahora a la calle de Marolo Perotas. A la derecha se aprecian dos bellos arcos gemelos rebajados que fueron la entrada trasera de este palacio.

- Arco de herradura: Arco que supera media circunferencia. no es común en las construcciones arevalenses pero hay algunos ejemplos, especialmente en antiguas casas en ruinas.
Foto 49: Arco de herradura enmarcado en alfiz 
en una fachada de la calle de San Ignacio de Loyola
En la imagen 49 se aprecia perfectamente un arco de herradura enmarcado en un sencillo alfiz. Contiguo a este, que corresponde a la imagen 50, se repite este mismo tipo de arco en herradura. Por la ornamentación de esta fachada, discreta pero bella, estas casas debieron de ser importantes, hoy son ruina, aunque existe un proyecto de restauración, esperemos que las obras respeten su origen mudéjar pues estos ornamentos en puertas y ventanas está claro que eran para ser vistos, no para ser tapados por monocapas.
Foto 50: Antigua ventana con arco de herradura
 en una fachada de la calle San Ignacio de Loyola.

Foto 51: arco de una casa en estado ruinoso en la calle Entrecastillos, cerca del mirador.
El arco de la imagen 51 pudo ser de herradura en su día porque parece que se cierra en su base pero al estar tan deteriorado no se aprecia tan bien como en los dos ejemplos anteriores.
Como ejemplo de arco de herradura ver también foto 32

- Arco carpanel: Es un arco con tres circunferencias excéntricas, de las cuales la del centro posee un radio mucho mayor que las de los extremos lo que le da un aspecto "achatado". En las imágenes 52 y 53 tenemos uno de los mejores ejemplos de este tipo de arco en Arévalo. Corresponden a una de las pocas casas que aún permanecen habitadas en la plaza de la Villa.
fotos 52 y 53: Arco carpanel en la puerta de entrada de un casa de la plaza de la Villa

Foto 53: Aspecto de la fachada y soportal de una casa de la plaza de la villa,
 con un arco carpanel en la puerta de entrada y un arco rebajado en una ventana tapiada.

Foto 54: Arco carpanel en las ruinas de una casa de la plaza del Real.
En la imagen 54 se puede ver otro ejemplo de arco carpanel, en este caso un conjunto de cinco arcos de granito. Corresponde a las ruinas de lo que fue la casa natal del escritor arevalense Eulogio Florentino Sanz, situada en la plaza del Real.

Fotos 55 y 56 Arquivolta en la plaza de la Villa.

Las imágenes 55 y 56 corresponden a una original e inusual arquivolta ciega triple situada en el rincón de San Martín de la plaza de la Villa, compuesta por dos arcos ojivales y uno carpanel.

- Arco adintelado: Suele tener forma de trapecio isósceles invertido y ha de tener, al menos, la cara inferior recta, en forma de dintel. Es muy utilizado en ventanas del mudéjar civil arevalense, especialmente en el casco histórico. La cara superior de este tipo de arco, a veces es curva o con alguna otra forma.
Foto 57: Arco adintelado característico

Foto 58: Arco adintelado con la parte superior curva.
En la imagen 58 se aprecia la puerta de una casa de la plaza de la Villa que posee un arco adintelado con la cara superior del mismo curva en lugar de recta como en el ejemplo anterior. En otros casos el arco adintelado tiene por encima un arco de descarga  en forma de arco rebajado que ayuda a repartir el peso hacia los lados del arco. (Foto 63)

Foto 59: ruinas del palacio de Ballesteros Ronquillo en la calle Santa María.
La imagen 59 pertenece a las ruinas del palacio de Ballesteros Ronquillo en el que se aprecia la construcción característica del mudéjar con cajones de mampostería enmarcados en machones y verdugadas de ladrillo macizo y con un arco adintelado en la ventana.

Foto 60: Arco adintelado en la plaza de la Villa
La imagen 60 es curiosa pues no encaja un arco adintelado tal poderoso para un ventanuco tan pequeño, seguramente este arco fue hecho para una ventana o puerta de mayores dimensiones.

Foto 61: pequeño arco adintelado sobre una ventana tapiada en el colegio del corralón.
El Antiguo colegio de los Jesuitas, también llamado del corralón, fue edificado según las técnicas de construcción mudéjar, como se aprecia en la imagen 61. 

- Arco de descarga:  Arco ciego que sirve para desviar hacia los lados las tensiones en un muro de carga.
Fotos 62 y 63: Puerta con arco adintelado y arco de descarga en la calle de Santa María.

En las imágenes 62 y 63 se aprecia el arco de descarga sobre un arco adintelado. Así se distribuye el peso de la pared hacia los lados del vano. Como puede verse el arco de descarga en forma curva es ciego. Estos dos tipos de arco están a menudo relacionados. Muchas veces estos arcos no se aprecian porque las fachadas están revocadas.

Como ejemplo de ardo de descarga ver también imagen 11.

- Arco lobulado o festoneado: Tienden a ser arcos rebajados pero adornados con varias ondulaciones tipo lóbulo o festón. La función del festoneado es más decorativa que estructural. A este tipo de arco Jorge Díaz de la Torre lo llama Arco Mudéjar.
Foto 64 ventana con arco lobulado de la casa del Concejo en la plaza del Real
En la imagen 64 se aprecia la estructura de un arco lobulado correspondiente a una de las ventanas del piso bajo de la casa del Concejo en la plaza del Real. Originariamente puede que estuviera enmarcado en un alfiz, pues aún se aprecia el espacio rebajado que lo enmarca denominado albanega.

Foto 65: puerta principal del palacio de Valdeláguila
En la imagen 65 se aprecia el poderoso arco rebajado y lobulado de la puerta principal del palacio renacentista de Valdeláguilala construido con técnicas mudéjares. El arco, a su vez está enmarcado en un sencillo alfiz cuyo friso superior es una combinación de ladrillos colocados en sardinel y en horizontal a la larga.
Como ejemplo de arco mudéjar ver también foto 14.

- Arco ciego: A veces se utilizan arcos sin luz como adorno o, sencillamente, porque han sido tapiados. Aunque es más frecuente en construcciones religiosas como elemento decorativo, en el mudéjar civil también se utiliza aunque no con tanta profusión. (Ver fotos 55 y 12)
Foto 66: Arco ciego en una casa de la plaza de la Villa.
El pequeño arco ciego de la imagen 66, seguramente, dio luz a una pequeña ventana, aunque fue tapiado posteriormente se conservó como arco y como elemento decorativo.
Foto 67: arquivolta ciega en el castillo
El arco ciego de la imagen 67 es una arquivolta ciega al estilo de las utilizadas en las iglesias de Santa María o San Martín. Es probable que esta en un pasado albergara una ventana o una pequeña puerta que daba paso al adarve de la muralla pues justo en ese punto arrancaba la muralla de la ciudad hacia el este.
Ver también fotos 55 y 78.

3B- Puentes y murallas:
- Arco ojival: Este tipo de arco es común en los tres puentes mudéjares del casco urbano y también en la fachada sur del Alcocer (Ver foto 21)
A continuación veremos con detalle los tres puentes del casco urbano de Arévalo que son el puente de Valladolid sobre el río Adaja y el de Medina y el de los Barros sobre el Arevalillo.

- Puente de los Barros:



Foto 68: Vista general del puente de los Barros por su cara sur.
El puente de los Barros data del siglo XII, es una de las construcciones civiles más antiguas de la localidad. La fábrica es característica del mudéjar arevalense, con cajones de mampostería separados por verdugadas y machones de ladrillo macizo. (ver también foto 23). Presenta un solo ojo con triple arquivolta ojival enmarcado en un gran alfiz y rematado en su parte superior con un friso de esquinillas y otro en sardinel. Elementos de una gran sobriedad pero que convierten algo sencillo en grande y elegante. Esta disposición de arquivolta, alfiz y frisos se asemeja mucho a la puerta de la muralla del Alcocer (Foto 21).
Fotos 69 y 70: detalle del arco del puente de los Barros

Foto 71: detalle de la triple arquivolta y friso de esquinillas en el puente de los Barros.

- Puente de Medina:
Foto 72: Vista gereral del puente de Medina por su cara sur

El Puente de Medina es del siclo XIV. Presenta cinco arcos ojivales. Y es Bien de Interés Cultural. Se trata de uno de los puentes más grandes construidos en ladrillo.
Desde la cara sur y de izquierda a derecha, el primer arco es de menores dimensiones que los tres siguientes, no presenta arquivolta que lo enmarque y está bastante elevado sobre el cauce del río. (foto 73)
Foto 73: primer arco del puente de Medina.

Foto 74: segundo arco del puente de Medina
En la imagen 74 se ve el segundo arco del puente de Medina. Se encuentra un poco levantado sobre el cauce del río. El arco es ojival y presenta una triple arquivolta enmarcada en un sencillo y discreto alfiz. En la parte superior de este arco hay problemas de humedad que están provocando el desplome del  revoco de mortero.

Foto 75: Tercer arco del puente de Medina 
El tercer arco del puente de Medina que se aprecia en la foto 75 es el de mayores dimensiones de los cinco. Bajo él discurre el cauce del río Arevalillo. Tiene una altura sobre el lecho del río de 15 metros. Presenta cuádruple arquivolta ojival (foto 76) enmarcada en un discreto alfiz de similares características a las del ojo anterior y a las del siguiente.
foto 76: detalle de la arquivolta cuádruple del tercer arco del puente de Medina.


Foto 77: cuarto arco del puente de Medina.
En la imagen 77 se aprecia el cuarto arco del puente de Medina de similares características al segundo. Se encuentra un poco levantado sobre el cauce del río. Es ojival y presenta una triple arquivolta enmarcada en un sencillo y discreto alfiz. Bajo él pasa el paseo fluvial en la actualidad. Una forma agradable de conocer el patrimonio desde la ribera del Arevalillo.


Foto 78: quinto arco del puente de Medina.
En la imagen 78 vemos el quinto y último arco del puente de Medina. Se trata de un arco ojival ciego de  menores dimensiones que el resto de los arcos del puente y no presenta ni arquivolta ni alfiz.
Foto 79: detalle del ojo central del puente de Medina.
Los tres ojos centrales del puente están comunicados por pequeños arcos ojivales y escaleras que unían el ojo segundo y cuarto pasando pos encima del central. Hoy cegadas tras la última restauración del puente. Tanto la comunicación entre ojos como las escalerillas se aprecian en las fotos 79 y 80. Las partes en contacto con el agua han sido reforzadas con sillares de granito.
Foto 80: detalle de los arcos y pasadizos que comunican
unos ojos con otros en el puente de Medina

- Puente de Valladolid:



Foto 81: Cara oeste del puente de Valladolid

El Puente de Valladolid, también conocido como del cementerio, salva el río Adaja. Presenta siete arcos ojivales y se encuentra en la actualidad en estado ruinoso desde que se abandonó a su suerte al construir el nuevo puente del cementerio en la década de los 70 del pasado siglo (fotos 81 y 82). Su cronología es incierta y puede ser contemporáneo de los dos anteriores ya que fue una de las puertas de la muralla. Se sabe que fue reformado en el siglo XVIII durante el reinado de Carlos III.
Foto 82: Cara este del Puente de Valladolid en estado ruinoso y nuevo puente del cementerio.


Foto 83: Primero, segundo y tercer arco del puente de Valladolid 

En la imagen 83 se ven los tres primeros arcos del puente de Valladolid, son ojivales y al menos el segundo y tercero tuvieron arquivolta triple. Son los más pequeños de los siete con que cuenta el monumento y se encuentran en un estado lamentable de abandono. 

Foto 84: Cuarto arco del puente de Valladolid
En la imagen 84 se ve el cuarto arco del puente de Valladolid. Todavía se aprecia la arquivolta cuádruple aunque está bastante deteriorada. Es uno de los tres ojos por los que actualmente pasa el cauce del Adaja pero, por este ojo, solo en épocas de crecida. Se encuentra reforzado en la parte baja con sillares de granito.

Foto: 85: Quinto arco del puente de Valladolid
En la imagen 85 se ve el quinto arco del puente de Valladolid. Todavía se aprecia la arquivolta cuádruple aunque está bastante deteriorada. Es uno de los dos ojos por los que actualmente pasa el cauce del Adaja. Se encuentra reforzado en la parte baja con sillares de granito.

Foto 86: Sexto arco del puente de Valladolid
En la imagen 86 se ve el sexto arco del puente de Valladolid. Todavía se aprecia la arquivolta triple aunque está bastante deteriorada (foto 87). Por este ojo actualmente no pasa el cauce del Adaja. Se encuentra reforzado en la parte baja con sillares de granito. Y en la parte superior está adornado por un friso de ladrillos en sardinel. 
Foto 87: detalle de la arquivolta del sexto arco del puente de Valladolid.

Fotos 88 y 89: Séptimo arco del puente de Valladolid.

El séptimo y último arco, que vemos en las fotos 88 y 89, es el más estilizado de los siete, presenta una arquivolta ojival simple enmarcada en un elegante alfiz con friso superior de esquinilla y sardinel. Este, junto con el quinto, es uno de los dos ojos por los que pasa el cauce del río Adaja de forma habitual. En épocas de crecidas también puede pasar por el cuarto ojo.


4.- Cornisas:


Fotos 90 A y B cornisa con canes de madera en la calle Sombrereros
y cornisa con canes de madera en una casa de la plaza de la Villa.

Aunque la cornisa que más se ha utilizado es la de canes de madera como las de las fotos 90 A y B, los aleros de los edificios mudéjares también suelen estar rematados por cornisas de ladrillo de diferentes formas: canecillos, sardinel, nacela, esquinilla, arquillos... elementos humildes que dependiendo del orden en que se coloquen forman cornisas diferentes, sencillas pero que constituyen un elemento diferenciador de este arte hecho con ladrillo mudéjar.
Veamos algunos ejemplos de los muchos que existen en Arévalo:


Foto 91: Cornisa del palacio de Sedeño.
En la imagen 91 se aprecia con detalle la cornisa del palacio de Sedeño situado en la calle de Santa María. La sucesión ladrillos en esquinilla, pequeños canes rematados en arquillos y una nueva fila de esquinillas convierten en elegancia la sencillez.


Foto 92: fachada y cornisa de una casa de la calle San Ignacio de Loyola.
En la foto 92 se aprecia la cornisa formada por una primera fila de canecillos y una superior de esquinillas. La fachada es característica del mudéjar civil arevalense con un arco rebajado en una de las ventanas y enmarcado en alfiz con friso superior en sardinel. Aunque la casa está en ruinas, la factura de la fachada es característica, a base de machones y verdugadas de ladrillo mudéjar que enmarcan a cajones revocados de mortero blanco. La sobria belleza de la sencillez.

Foto 93: Cornisa de una casa de la calle Santa María.
En la imagen 93 se aprecia la cornisa de una casa felizmente restaurada de la calle Santa María. Con una fila inferior de esquinillas y otra superior de canecillos rematados en arquillos. Se aprecia también en la ventana un arco adintelado y en la fachada los característicos cajones revocados de mortero blanco y enmarcados entre verdugadas y machones de ladrillo macizo. Sobria y bella.


Foto 94: cornisa de la casa del concejo en la plaza del Real.
En la imagen 94 se aprecia la cornisa de la casa del Concejo en la plaza del Real. Con una fila inferior de canecillos rematados en arquillos y otra superior de esquinillas. Pintada de burdeos. Sobria y bella.

Foto 95: Cornisa de la casa del general Ríos
En la foto 95 se aprecia la cornisa de la casa del general Ríos en la plaza de San Pedro. Con una primera fila de esquinillas y una superior de canecillos rematados en arquillos.


Foto 96: Cornisa de la casa de la Francesa hacia el paseo del poniente.
En la foto 96 se aprecia la cornisa del palacio de Osorio, también conocido como la casa de la Francesa, en su esquina entre el paseo del Poniente y la calle de Marolo Perotas. Está formada por pequeñas ménsulas de ladrillo o canecillos. Solución sencilla pero elegante.
Foto 97: diferentes cornisas en el Alcocer

En la foto 97 se pueden ver dos tipos diferentes de cornisas correspondientes a un mismo edificio: el Alcocer, concretamente en la zona interior, la que queda en el espacio entre arcos. La primera es de canecillos rematados en arquillos con una fila superior de esquinillas. Y la segunda es una sencilla fila de ladrillos en esquinilla. Dos soluciones diferentes para un mismo fin. 


Foto 98: cornisa del palacio de Valdeláguila hacia el rincón del diablo.

En la imagen 98 vemos la cornisa del palacio de Valdeláguila, conocido popularmente como la Fonda, por el establecimiento hostelero que allí funcionó hasta el año 2007. La forman canecillos rematados en arquillos y que, como los de la casa del concejo (foto 94), fueron pintados de color granate.

Foto 99: cornisa de la Alhóndiga
La sencilla cornisa de la imagen 99 corresponde a la Alhóndiga, un edificio plagado de historia, hoy biblioteca municipal. La fila inferior está formada por ladrillos en nacela, y la superior en sardinel.


Foto 100: cornisa de la casa de Milicias Concejiles en la calle larga

En la imagen 100 vemos la cornisa de la casa de Milicias Concejiles. Como se puede comprobar la disposición de las nacelas y sardinel es inversa a la que acabamos de ver en la Alhóndiga. Pequeña variación, misma solución, sencilla y hermosa al mismo tiempo.



Foto 101 y 102: cornisas y almenas del castillo

En las fotos 101 y 102 se aprecia con detalle la factura de las cornisas del castillo, a base de nacelas formando canes y ladrillos formando arcos, Resulta original la separación entre canes y arcos a base de dos ladrillos en T invertida. Nuevamente la humildad de la sencillez da forma a la originalidad de un arte con mayúsculas.

A modo de conclusión:
El Arte Mudéjar es una seña de identidad de Arévalo y su comarca. Es reconocido mundialmente y son famosos varios de sus monumentos más emblemáticos: La Lugareja, Iglesia de San Martín, Iglesia de Santa María, San Miguel, puente de Medina, Castillo... pero son muchas más las construcciones arevalenses que se pueden y se deben considerar mudéjares como los palacios del general Ríos, Sedeño, Ballesteros Ronquillo, Valdeláguila, Gutiérrez Altamirano, Milicias Concejiles, Osorio, Cárdenas o, también, edificios emblemáticos como la casa de los Sexmos, casa del Concejo, Alcocer, Alhóndiga, murallas y, por supuesto, todo el caserío que se ha conservado hasta nuestros días y que conforma un conjunto histórico artístico de primer orden pero que se encuentra sumido en el olvido, en el abandono, camino de la ruina material y moral.
Si dejamos perder este patrimonio civil, habremos perdido una parte importante de nuestra historia, un signo de nuestra identidad como pueblo.
La mayoría de los pueblos muestran orgullosos sus signos de identidad. Pero en Arévalo, a veces, da la impresión de que nos avergonzamos de ser una de las cunas más importantes de este arte nacido de la tierra, que convierte lo humilde y sencillo en bello, elegante y grandioso. La arena convertida en monumento.
Año tras año tapamos, destruimos, olvidamos, ocultamos, deterioramos o menospreciamos lo que nos identifica como pueblo. Hoy en día muchas de las casas humildes y representativas del arte mudéjar dentro del casco histórico artístico de Arévalo se encuentran en un lamentable estado de abandono y ruina o han sufrido tal modificación en su restauración que nada tienen que ver con ese conjunto patrimonial tan identificador y atractivo al que pertenecen desde sus inicios.
Foto 103: casas en la plaza de la Villa

"En tan bello casco antiguo
juegan ya muy pocos niños,
sus padres viven en lares
lejos de palacios viejos
y de abuelos con achaques,
las casas quedan vacías
y abandonadas se hunden,
viejos y casas se funden
en la desidia maldita.
Me dicen que es el destino,
no me convence pues creo
que mal sino es el olvido."

Fragmento del poema "no hay camino" de LJM.



Foto 104: Bello rincón de la plaza de la Villa

Que nunca nos olvidemos del mudéjar civil arevalense, el más sencillo, el más humilde, el más hermoso, el nuestro.

Foto 105: Torre del palacio de Valdeláguila "La Fonda" 
con arcos de ladrillo de medio punto unidos por columnas de granito

Agradecimientos:
- Quiero mostrar mi agradecimiento a la labor de recopilación de Juan Antonio Herranz en el Blog "Documentos mudéjares".
- A Fabio López, Juan Carlos López, Pedro del Río, Agustín García, Javier Sánchez, Fernando Gómez por las conversaciones y cambios de impresión sobre el patrimonio mudéjar arevalense.
- Y, de forma especial, a Juan Jesús Villaverde por sus pacientes enseñanzas sobre arquitectura en general y mudéjar en particular. 

En Arévalo, a veintisiete de marzo de 2016
"El potencial de Arévalo es mucho
pero de poco sirve
si nada hacemos al respecto"
("Soy de Arévalo", "Mucho, poco, nada". LJM)

BIBLIOGRAFÍA:
- Cervera Vera, L. (1992) Arévalo (Ávila). Ed. Alpuerto, S.A.
- Díaz de la Torre, J.M. (1999) Un reino de ladrillo y adobe. ASODEMA.
- Díaz de la Torre, J.M. (2001) De paneras y casonas. ASODEMA.
- Guerra, R.; Oviedo, C.; Ungría, R.; Delgado, P.; Del Río, P. (1993) Arévalo y su Tierra. Incodavila, S.A.
- Guerra Sancho, R. (2004) Las murallas de Arévalo. O.S. Caja de Ávila.
- Gutiérrez Robledo, J.L.; (2001) Sobre el mudéjar de la provincia de Ávila. Fundación Cultural Santa Teresa e Instituto de Arquitectura Juan de Herrera.
- Monjas Eleta, M. (2014) Patrimonio cultural y prensa. Ed. nuevos escritores.
- Montalvo, J.J.; (1928) De la historia de Arévalo y sus sexmos. Institución Gran Duque de Alba.
- de Tapia Sánchez, S. (2011) Los mudéjares de La Moraña y su legado cultural. ASODEMA / PROYECTO LEAL (En: "Memoria mudéjar de La Moraña")




5 comentarios:

  1. Hace algunos días te decía que eras un genio; ahora he de afirmar que eres un maestro, un gran maestro, capaz de hacer una obra impresionante, apoyándote en la sapiencia y conocimientos de quienes han puesto su granito de arena en esto de la gran riqueza de Arévalo, el mudéjar. Las fotografías, maravillosas. Gracias porque, de tu mano, estamos aprendiendo mucho. Un abrazo,

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    1. Gracias a ti Jesús, sin gente como tú nada de esto tendría sentido.

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  2. Tengo que observar de cerca este arte mudéjar arevalense en mi próxima visita. Parece que se ha hecho una gran obra. Un orgullo para Areválo.

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  3. ¡Vaya trabajo Luis! ¡Excelente! Se debería entregar en la oficina de información y turismo, para que los visitantes supieran lo que están viendo.
    Caco

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  4. Como siempre, Luis, un derroche de saber hacer. Como siempre, luchando contra ese "mal sino"...
    Un trabajo impresionante, exhaustivo, ameno y enriquecedor.
    Tus paisanos deben estar orgullosos de ti. Y yo lo estoy de contarme entre tus amigos.
    No te canses nunca.

    Jesús F. Gómez

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